Los territorios cambian lentamente y casi siempre quedan rastros del pasado y somos capaces de entenderlo. Son, asimismo, la base de los desarrollos que podemos crear. A veces, resuenan nombres que les brindan una identidad reconocida por la gente del lugar, aún cuando los cambios que le va imprimiendo el tiempo y las dinámicas económicas, políticas, ecológicas o sociales los hayan cambiando tanto que tal vez sea necesario encontrar otros nombres para hablar de ellos...